Los artesanos respaldan a Vara de Rey.

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Son las doce del mediodía y los stands del mercadillo navideño de Vila, ubicados en Vara de Rey, comienzan a activarse con la llegada de los primeros compradores. Las mañanas son generalmente tranquilas, y la mayor actividad se produce por la tarde, por lo que este es el momento ideal para averiguar cómo están marchando las ventas este año. Todos los vendedores coinciden en que el mercadillo ha tenido un inicio complicado. A partir de ahí, cada uno relata su propia experiencia.
María José Marí Bufí, artesana ceramista y dueña del puesto Frigolades, menciona que, aunque las ventas han comenzado más lentamente que en años anteriores, al final los números han sido satisfactorios. Ella es la segunda generación de vendedores en la feria navideña; su padre elaboró figuras de cerámica inspiradas en las casas tradicionales de Ibiza, las cuales aún hoy generan nostalgia en los visitantes.
Su vecina en el mercadillo, Carol Tur, quien trabaja con plata, opina que la feria necesita más animación y actividades para aumentar la afluencia de público. Ambas coinciden en que es necesario agrupar los puestos de artesanía y alimentos para crear un ambiente más dinámico.
A pesar de algunas sugerencias de mejora, como aumentar el número de actividades y mejorar la ubicación de los puestos, los vendedores se muestran satisfechos con el mercadillo. Sin embargo, todos reconocen que el inicio fue lento, y la recuperación ha sido un tema común de debate entre ellos.
Yolanda Juan García, del puesto de joyería Yabisa, y Sonia Rodríguez, de «Raíz de Agua», comparten sus experiencias sobre la fluctuación de las ventas con la llegada de las vacaciones escolares y expresan sus deseos de que se realicen más actividades para atraer a la gente.
En un tono más pesimista, un artesano anónimo asegura que las mañanas son bastante tranquilas, lo que hace que las ventas del tarde no sean suficientes. Propone mejoras como mayores facilidades de aparcamiento y horarios más extendidos.
Por el contrario, Daniel Galiana, quien ofrece dulces y turrones, expresa su entusiasmo por la positiva acogida que ha tenido su primer año en el mercadillo, destacando el buen ambiente y la organización.
Veteranos del mercadillo como Marina Barbieri y Miquel Àngel Guillem creen que la clave del éxito radica en mantener una clientela fiel y en la diversidad de puestos. Ambos apuestan por la importancia de ofrecer productos locales de calidad y destacan la necesidad de mejorar la oferta y ampliar el número de puestos para generar un ambiente más atractivo.
Guillem también aprecia el apoyo del Ayuntamiento y aboga por mantener el mercadillo en Vara de Rey, donde los clientes ya los conocen. Concluye que, aunque hay altibajos en las ventas, el esfuerzo conjunto de los artesanos garantizará la continuidad de este evento en el futuro.
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