Conocida por sus mercadillos de domingo.
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Un encantador pueblo del Vallès Oriental ha atraído la atención de los habitantes de Barcelona gracias a su patrimonio arquitectónico único, rodeado de un entorno natural que se encuentra a tan solo media hora de la capital catalana.
Famoso también por sus mercadillos de antigüedades que se celebran los domingos, el municipio de Cardedeu se ha vuelto un destino inevitable para quienes desean escapar de la vida urbana.
Atractivo para la burguesía
Cardedeu se localiza en un lugar privilegiado entre Granollers y La Garriga, lo que lo convierte en un destino ideal para quienes desean desconectar del estrés urbano sin renunciar a las comodidades de la ciudad.
Iglesia de Cardedeu
El pueblo refleja la influencia de la burguesía catalana de finales del siglo XIX y principios del XX, con notables edificaciones modernistas diseñadas por arquitectos destacados como Manuel Joaquim Raspall y Eduard M. Balcells.
La Ruta Raspall, que recorre las principales obras modernistas del municipio, se presenta como un atractivo cultural que permite a los visitantes sumergirse en la historia de este singular pueblo.
Entorno natural
Con más de 15.000 habitantes, Cardedeu ha visto un aumento en el número de visitantes en los últimos años, especialmente tras la pandemia.
Itinerario ciclista en Cardedeu
La combinación de paisajes montañosos, con el Montseny a la vuelta de la esquina, es otro de los atractivos que han establecido a este municipio como un referente en la provincia.
Mercadillos de antigüedades
Este municipio ofrece una variada agenda cultural repleta de actividades a lo largo de todo el año, donde sobresalen los mercadillos dominicales de antigüedades.
Mercadillo en Cardedeu
Estas ferias, que se realizan en un área adyacente al parque Pompeu Fabra de 8.30 a 14.30 horas, presentan un variado surtido de artículos, incluidos objetos de arte religioso y decorativo, relojes, juguetes, muñecas, discos y cámaras, entre otros.
Cómo llegar
Cardedeu está bien comunicado con Barcelona y Girona, con acceso directo a la autopista AP-7 y una estación de tren que conecta con la línea R2 Nord de Rodalies.
La distancia en coche desde Barcelona es de aproximadamente 35 kilómetros, mientras que desde Girona son alrededor de 55 kilómetros.
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